viernes, 16 de octubre de 2015

Buscan generar conciencia sobre el temor infundado a los alimentos


En el marco del Día Mundial de la Alimentación, que desde 1945 se celebra cada 16 de octubre, la Asociación Argentina de Tecnólogos de Alimentos (AATA) aprovecha para hacer un llamado de atención sobre un problema que crece en el país: el temor infundado a consumir determinados alimentos, particularmente, los procesados.

En un momento en el que la calidad de la nutrición, como nunca antes, está convirtiéndose en un tema importante para gran parte de la sociedad, el ataque a los alimentos procesados como categoría preocupa a los especialistas en tecnología y regulaciones alimentarias.

“Hoy pasa algo insólito y es que algunas personas les temen más a los alimentos que a los medicamentos”, afirma la Dra. Susana Socolovsky, Doctora en Ciencias Químicas de la Universidad de Buenos Aires y Vicepresidente de AATA, quien agrega:

“Los alimentos procesados son seguros, y todos los aditivos que se utilizan han sido evaluados por organismos internacionales dependientes de FAO/OMS como el Códex Alimentarius.

En la Argentina, además, cualquier alimento nuevo que vaya a ser lanzado al mercado o la modificación de un producto ya existente requiere de un riguroso proceso de inscripción previa en el Instituto Nacional de Alimentos (INAL), de modo que está garantizada su seguridad por cuanto se ha inspeccionado la formulación y etiquetado previo al lanzamiento.

Si se autorizó, podemos quedarnos tranquilos de que es seguro”, resalta Socolovsky.

Y añade que, luego, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) es la responsable de la fiscalización de la venta de los alimentos y la que recibe las denuncias ante la posibilidad de peligros latentes.

Aunque se lo suele vincular con el exceso de agregados químicos, colorantes o conservantes, los especialistas coinciden en que el procesamiento de alimentos hace referencia a cualquier cambio deliberado que se le realice a un producto desde su origen hasta el lugar en el que está disponible para su consumo.

“Teniendo en cuenta que todo proceso que involucre fermentación, conservación, enfriamiento, calentamiento o envasado es un procesamiento, la mayoría de la comida que llevamos a la mesa es procesada”, sintetiza Socolovsky.

Los avances científicos y tecnológicos a lo largo de toda la cadena alimenticia, desde la agricultura y la fabricación de la comida hasta su preparación en el hogar, permiten a la sociedad en general tener acceso fácil a una amplia y abundante oferta de alimentos que es más segura, sabrosa, nutritiva y relativamente más barata de lo que sería de otra manera.

“En la actualidad, el procesamiento de alimentos es un mecanismo fundamental para garantizar la disponibilidad de comida para las miles de millones de personas que habitan el planeta y para asegurarnos de que lo que se consume cumpla con determinadas condiciones de seguridad e higiene”, explica Socolovksy.

En este sentido, la experta destaca que comer saludablemente no depende de consumir o no alimentos procesados, sino de que la dieta incluya frutas y verduras –da igual si son congeladas o frescas–, cereales, legumbres, frutas secas y semillas, distintos tipos de carnes y lácteos.

La clave está en una dieta variada y moderada, donde todos los alimentos y bebidas puedan formar parte. “Incluso, la tecnología ha colaborado en generar alimentos fortificados y funcionales con aportes de nutrientes aptos para dietas especiales”, menciona Socolovsky.

Asimismo, a diferencia de lo que ocurre con los productos procesados -que están sometidos a enormes controles de calidad y seguridad-, al menos en la Argentina, muchos productos orgánicos no reciben ningún tipo de inspección:

“En esos casos, ¿quién me garantiza, entonces, que es cierto que no se usaron pesticidas? En los productos procesados se analiza que no queden residuos y eso es una garantía a la hora de comerlos”, señala la Doctora en Ciencias Químicas de la UBA.

Acaso la explicación haya que buscarla en el hecho de que hoy existe una abundancia de alimentos tal que distanció a los consumidores del origen agrícola de muchos de los productos y eso produjo la aparición de preocupaciones y la confusión en relación a la seguridad alimentaria y el efecto de la cadena de procesamiento de los alimentos sobre la salud y el medio ambiente.

Uno de los riesgos más novedosos relacionados a este distanciamiento es la aparición de un trastorno de la alimentación que se centra en la obsesión desmedida por “comer sano” (ortorexia).

“Si bien la ortorexia no puede clasificarse como una enfermedad marca en forma distintiva como una obsesión por evitar ciertos alimentos puede conducir a serios problemas de salud; los alimentos envasados ofrecidos en nuestro país son una opción ideal para recuperar  el arte de cocinar con algo de ayuda por parte de la tecnología”, señaló Socolovsky.

Distintos grados de procesamientos

La Fundación Consejo Internacional de Información Alimentaria (IFIC Foundation, por sus siglas en inglés) desarrolló las siguientes categorías para definir los diversos niveles del procesamiento:

•  Alimentos “mínimamente procesados”: son los que mantienen la mayoría de sus propiedades como por ejemplo las frutas, verduras lavadas y empaquetadas y los frutos secos tostados.

•   Alimentos “procesados para su preservación”: por ejemplo, atún y arvejas en lata y frutas y verduras congeladas.

•   “Mezclas de ingredientes combinados”: incluye productos que contienen endulzantes,  especias, aceites, colorantes, saborizantes y conservantes con el fin de promover la seguridad, el sabor y el atractivo visual. Por ejemplo, la salsa de tomate embotellada y el aderezo para ensaladas.

•   “Alimentos procesados listos para comer”: por ejemplo, galletitas, jugos de frutas helados y gaseosas.

•   “Comidas preparadas”: son los productos envasados para que sean frescos y fáciles de preparar como cenas y platos congelados.

via Paradigma PEL
Asociación Argentina de Tecnólogos de Alimentos (AATA)

Día Mundial de la Alimentación: generar impulso para acabar con el hambre

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La celebración en Expo Milán pide mayor protección social y sistemas alimentarios más equitativos

16 de octubre de 2015, Roma - Diversas figuras clave en la lucha mundial contra el hambre se reunieron hoy en la Expo de Milán para celebrar el Día Mundial de la Alimentación -que coincide con el 70 aniversario de la fundación de la FAO- e instaron a intensificar los esfuerzos para erradicar el hambre y mejorar la forma en que producimos y consumimos los alimentos.

El Director General de la FAO, José Graziano da Silva, agradeció a los agricultores, pescadores, silvicultores y otros trabajadores de los sectores alimentario y agrícola en el mundo su contribución al "increíble logro" de haber incrementado la producción de alimentos para todos, a pesar de que la población mundial se ha triplicado desde 1945.

 Con cerca de 800 millones de personas que aún sufren subalimentación, nos enfrentamos a dos grandes desafíos, afirmó ante los dignatarios reunidos -entre ellos el Presidente de Italia, Sergio Mattarella, el de Eslovenia Borut Pahor, y la Reina Letizia de España, Embajadora especial de la FAO para la nutrición.


 "En primer lugar, tenemos que convertir rápidamente la mayor disponibilidad de alimentos en una mejor nutrición para todos. En segundo lugar, debemos acelerar la transición de la producción y consumo de alimentos hacia sistemas verdaderamente sostenibles", señaló Graziano da Silva.

 "Una buena alimentación -añadió- es una de las mejores fuentes de crecimiento económico y contribuye a la paz y la estabilidad".

 Refiriéndose al tema del Día Mundial de la Alimentación de este año La protección social y la agricultura: romper el ciclo de la pobreza rural, aseguró que "la producción y el crecimiento económico no resuelven por sí solos el problema, si las personas que pasan hambre continúan excluidas. India, Brasil, Etiopía y otros países nos demuestran que empoderar a las personas muy pobres para que compren alimentos puede ser una vía asequible para erradicar el hambre".


ANUNCIO DMA 2015


 "Los países industrializados hicieron lo mismo para acabar con el hambre generalizada tras la Segunda Guerra Mundial", subrayó. "El programa de cartillas alimentarias en los Estados Unidos de América es uno de los mejores ejemplos".

 La protección social permite que las personas que pasan hambre se "empoderen para escapar de ella con su propio esfuerzo, y lleven una vida digna y productiva", según el responsable de la FAO.

 "Más que falta de alimentos, el hambre es una terrible injusticia", afirmó por su parte el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en su discurso. "Estamos aquí para crear un movimiento global para erradicar el hambre. Tenemos que forjar nuevas alianzas y concebir mejores formas de trabajar".

 El Secretario General de la ONU hizo hincapié en la magnitud de las pérdidas y el desperdicio de alimentos, estimados en un tercio del total de los producidos a nivel mundial. "Todo el mundo sabe que el desperdicio es una vergüenza", dijo.


  El Papa elogia la labor de la FAO sobre la protección social

 En un mensaje el Papa Francisco afirmó que el hambre se debe por una parte a un "reparto injusto de los frutos de la tierra" y también a un desarrollo agrícola inadecuado, motivando que el mandato de la FAO sea más urgente que nunca.

 El Pontífice advirtió que los nobles ideales no serán suficientes, ya que los repartos injustos generan violencia de una forma u otra.

"Tal vez la verdadera pregunta -afirmó- es si aún resulta posible concebir una sociedad en la que los recursos están en manos de unos pocos, mientras que los menos favorecidos se ven obligados a conformarse únicamente con las migajas".

 Las ayudas a los ingresos básicos pueden aumentar la resiliencia de las personas más vulnerables y permitirles hacer un mejor uso de sus escasos recursos, lo que a su vez puede posibilitar que todo el mundo entienda el "verdadero significado de la utilización sostenible de los recursos naturales", concluyó el Papa.

 

 Acción conjunta y compromisos personales

 "Los alimentos y el agua son el lenguaje universal de los seres humanos", indicó Sergio Mattarella, Presidente de Italia -que alberga la sede de la FAO desde 1951-, en su discurso inaugural del Día Mundial de la Alimentación.

 "Alimentar al planeta es esencial para la paz", afirmó Mattarella. "Solamente la acción conjunta puede garantizar la seguridad alimentaria y la utilización sostenible de los recursos naturales. La acción unilateral no da buenos resultados".


 En el evento de hoy participaron también como ponentes los Ministros de Asuntos Exteriores y Agricultura de Italia, el Presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) Kanayo F. Nwanze, la Directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA) Ertharin Cousin y el alcalde de Milán, Giuliano Pisapia.

 Alcanzar los nuevos objetivos de desarrollo sostenible -y convertirse en la Generación Hambre Cero- depende en última instancia de todos, y no solamente de los gobiernos, afirmó Graziano da Silva al elogiar la Carta de Milán y la temática de la Expo de Milán, centrada en la alimentación.


 Los ciudadanos pueden celebrar el Día Mundial de la Alimentación asumiendo "compromisos personales como, por ejemplo, comer sano, reducir el desperdicio de alimentos y ayudar a los demás", concluyó el Director General de la FAO.

fao.org